miércoles, 13 de julio de 2011

Otto Rene Castillo:




Otto René Castillo, queriendo erradicar los males de la sociedad, soñador nato, en una palabra: revolucionario: “si doy pan a un pobre me llaman santo, si pregunto porque el pobre no tiene pan me llaman comunista, si lucho porque todos tengan pan me llaman guerrillero”.
Otto entra a la Universidad a estudiar leyes, obtiene una beca para hacer estudios en la R.D.A. En 1959 inicia sus estudios en Letras en Leipzig, abandonándolos 3 años después para ingresar a la Brigada Joris Ivens, grupo de cineastas, para la filmación de cortometrajes sobre la lucha armada de liberación de los pueblos latinoamericanos.
Regresa a Guatemala en 1964, compartiendo la militancia política con las actividades culturales. Dirige el teatro Experimental de la Municipalidad de Guatemala. En 1965 es capturado y mandado al exilio, pero las organizaciones revolucionarias lo nombran representante de Guatemala en el Comité Organizador del Festival Mundial de la Juventud en Argelia. Así, recorre Alemania, Austria, Hungría, Chipre, Argelia y Cuba, donde permanece algunos meses. No retrocede ante el exilio.
En 1966 regresa clandestinamente a su país para incorporarse a las guerrillas de las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR) comandadas por César Montes. Otto es nombrado responsable de Propaganda del Sector Oriental y responsable de Educación del Frente Edgar Ibarra. En marzo de 1967 es herido en combate y capturado por las fuerzas antiguerrilleras del gobierno, y conducido junto con su compañera Nora Paiz a la base militar de Gualan, Zacapa donde después de torturarlos salvajemente y mutilarlos, son quemados vivos el 23 del mismo mes. Convirtiéndolos en Inmortales de América.
Otto René dejó tras de sí una excelente obra poética reconocida en su país y en el extranjero. Entre los premios de poesía que obtuvo podemos mencionar el premio Centroamericano de poesía en 1955, el premio Autónomo en 1956 y el premio "Filadelfio Salazar" en 1958, ambos de la Universidad de San Carlos de Guatemala, y el premio Internacional de Poesía en Budapest otorgado por la Federación Mundial de Juventudes Democráticas en 1957



vamos patria a caminar:

Vámonos patria a caminar, yo te acompaño

Yo bajare los abismos que me digas.
Yo beberé tus cálices amargos.
Yo me quedare ciego para que tengas ojos.
Yo me quedare sin voz para que tú cantes.
Yo he de morir para que tú no mueras,
para que emerja tu rostro flameando al horizonte
de cada flor que nazca de mis huesos.

Tiene que ser así, indiscutiblemente.

Ya me canse de llevar tus lagrimas conmigo.
Ahora quiero caminar contigo, relampagueante.
Acompañante en tu jornada, porque soy un hombre
del pueblo, nacido en octubre para la faz del mundo.
Ay, patria.
A los coroneles que orinan tus muros
tenemos que arrancarlos de raíces,
colgarlos de un árbol de rocío agudo,
violento de cóleras de pueblo.
Por ello pido que caminemos juntos. Siempre
con los campesinos agrarios
y los obreros sindicales,
con el que tenga un corazón para quererte.

Vámonos patria a caminar, yo te acompaño.

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