miércoles, 13 de julio de 2011

Rigoberta Menchú



Rigoberta Menchú nació en Uspantán, Departamento de El Quiché. Es hija de Vicente Menchú Pérez y Juana TumKótoja, dos personajes muy respetados en su comunidad. Su padre fue un activista en la defensa de las tierras y los derechos indígenas y su madre, Juana TumKótoja, indígena experta en los saberes de los partos (tradición indígena pasada de generación en generación, por lo general realizada en zonas rurales donde no llegan los servicios médicos).
Desde muy pequeña conoció las injusticias, la discriminación y la explotación a la que son sometidos los indígenas que viven en la pobreza extrema en Guatemala. Durante la violencia armada su padre, su madre, su hermano y varios miembros de su comunidad fueron asesinados por el ejército.
Desde joven se involucró en las luchas reivindicativas de los pueblos indígenas y campesinos lo que le valió persecución política y el exilio. En 1979, fue miembro fundadora del Comité de Unidad Campesina -CUC- y de la Representación Unitaria de la Oposición Guatemalteca -RUOG-, de la que formó parte de su dirección hasta 1992.
Gran parte de la popularidad le vino de su libro autobiográfico de 1982-1983 Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia. El libro fue escrito por Elizabeth Burgos a partir de las conversaciones con Rigoberta. En su libro, Rigoberta explica cómo comenzó a trabajar en una finca de café a los cinco años, en condiciones tan pésimas que fueron la causa de la muerte de hermanos y amigos suyos, así como de la represión de la que fue víctima su comunidad por parte de terratenientes y miembros del ejército de Guatemala. Recibió cierta educación católica, cosa que la vincularía más tarde a colaboraciones con la Iglesia Católica.
La Guerra civil de Guatemala tuvo lugar entre 1962 y 1996, aunque la violencia estalló años antes. La violencia la forzó al exilio a México en 1981. Aquel mismo año, su padre fue asesinado en la embajada española en la Ciudad de Guatemala mientras participaba en la ocupación de dicha sede diplomática. En 1991 participó en la preparación de la declaración de los derechos de los pueblos indígenas por parte de las Naciones Unidas.
 El Nobel
Su candidatura fue sostenida por el Nobel argentino Adolfo Pérez Esquivel, cuyo país fue visitado por Rigoberta en agosto de 1992. Su recorrida y la campaña Pro Nobel contó con la organización de Ana González (antropóloga) (hija del también antropólogo Rex González) y de Lucrecia Lomban (secretaria de la APDH Quilmes), entre otros militantes y organizaciones humanitarias.
El Premio Nobel le fue otorgado en reconocimiento a su trabajo por la justicia social y reconciliación etno-cultural basado en el respeto a los derechos de los indígenas, coincidiendo con el quinto centenario de la llegada de Colón a América, y con la declaración de 1993 como Año Internacional de los Pueblos Indios.
En la lectura del premio, reivindicó los derechos históricos negados a los pueblos indígenas y denunció la persecución sufrida desde la llegada de los europeos al continente americano, momento en que concluyó una civilización desarrollada en todos los ámbitos del conocimiento; también reflejó la necesidad de paz, desmilitarización y la justicia social en su país, Guatemala, así como el respeto por la naturaleza y la igualdad para las mujeres. El discurso en el acto de la aceptación del Premio se encuentra en el sitio Nobel.Y también en este mismo sitio se puede dar con una breve biografía (en inglés) de la premiada.

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